Blog dedicado a la vida y la obra del escritor Edgar Allan Poe.


miércoles, 15 de mayo de 2013

La misteriosa muerte de E. A. Poe

Fuente original: E. A. Poe Society of Baltimore. The mysterious death of Edgar Allan Poe
Traducción: Malvanegra

Ningún aspecto sobre la vida de Poe ha fascinado tanto a sus seguidores y detractores como su muerte. Por desgracia, esto sólo nos da una idea de lo mal que se ha construido su biografía. Perdidos entre las opiniones y las contradicciones, los detalles esenciales de los últimos días en la vida de Poe nos dejan con más preguntas que respuestas. Al final debemos aceptar que la escasa información que poseemos no nos lleva a conclusiones certeras. La muerte de Poe probablemente constituye un misterio, aunque el puzzle todavía nos estimula e intriga. Es fácil encontrarnos revisando las historias una y otra vez con la esperanza de encontrar algo nuevo, para dar por zanjada la cuestión de una vez por todas.

Antecedentes

En 1849, Poe todavía compartía hogar con Mrs. Clemm en Nueva York, en la misma casita de campo donde Virginia había muerto en 1847. El 29 de Junio de 1849 Poe comenzó una gira de conferencias para dar a conocer su proyecto en la revista Stylus, así como para conseguir financiación. Primero fue a Filadelfia, después a Richmond y Norfolk. Estando en Richmond, se reencontró con su amor de la infancia, Elmira Royster Shelton. Ambos estaban por aquél entonces viudos, y después de un breve cortejo renovaron su antiguo compromiso, a pesar de que hay algunas cuestiones sobre si el matrimonio tuvo realmente lugar. Poe se fue para Nueva York a recoger a Maria Clemm y se llevó sus pertenencias de nuevo a Richmond. Antes de marcharse, Poe se pasó por la oficina del Dr. John F. Carter, entre las calles Séptima y Broad, a eso de las 9:30 de la noche. Tras conversar durante un rato con él, salió a la calle en dirección al restaurante Saddler's para cenar, tomando en su salida por error el bastón de malaca del Dr. Carter y dejándose el suyo, junto con una copia de Moore's Irish Rhapsodies. Según el Dr. Carter, el bastón contenía una espada oculta, de la cual Poe podría o no estar al tanto. Mrs. Susan A. T. Weiss señaló que "en el restaurante se encontró con algunos conocidos que lo entretuvieron hasta tarde, y después lo acompañaron al barco de Baltimore. Según el testimonio de los mismos, Edgar estuvo bastante sobrio y alegre hasta el final, y aseguró volver pronto en Richmond de nuevo".

Tras tomar un barco desde Richmond el 27 de septiembre de 1849, Poe llegó a Baltimore el 28. No se tiene conocimiento exacto de los movimientos de Poe durante los siguientes días. Incluso su primo de Baltimore, Neilson Poe, escribió a Maria Clemm el 11 de octubre de 1849: "dónde ha pasado el tiempo que estuvo allí, o bajo qué circunstancias, es un misterio para mí". Parece que Poe fue a ver al Dr. Nathan Covington Brooks, quien, por desgracia, estaba fuera de la ciudad. El origen de la reiterativa información acerca de su visita a la casa de Brooks no es fácil de entender. En Vida de Poe, de G. E. Woodberry, parece estar la primera mención al respecto, ofreciéndose una versión ligeramente más extensa, en la que Poe figura en parte intoxicado. 

El obispo Fitzgerald afirmó que Poe dejó Richmond en cuanto recaudó 1.500 dólares de la suscripción a su revista. En una carta a E. H. N. Patterson, escrita el 9 de noviembre de 1849, John R. Thompson dijo que "el día antes de irse al norte desde Richmond, le adelanté una pequeña cantidad de dinero por un artículo que probablemente nunca escribió". Si cualquiera de las dos historias es cierta, especialmente la de Fitzgerald, el hecho de que nunca se encontrara ese dinero apoya la idea de que Poe pudiera haber sido atracado. Se entiende que 1.500 dólares era una sorprendente cantidad de dinero para llevar consigo. Dado que su proyecto de revista costaría unos 5 dólares al año, implicaría a unos 300 subscriptores durante dicho viaje, número que sobrepasa con creces lo que presumiblemente Poe consiguió reunir después de todos sus esfuerzos combinados, desde 1840. Sin dudar de la honradez del testimonio del obispo, la historia podría considerarse apócrifa en ausencia de otras evidencias más tangibles.

El recuerdo de Thomas H. Lane añade más confusión a la historia. En cuatro versiones ligeramente distintas, recordó que Poe se había ido a Filadelfia a ver a unos amigos, y allí se le encontró enfermo. Lane pensó que Poe pretendía continuar hacia Nueva York, pero que tomó por error el tren de vuelta a Baltimore. T. O. Mabbott creyó que Lane tenía razón en lo que se refiere a los detalles del suceso, pero que erraba en el año, aseverando que había sucedido en 1848. Moran además dice que Poe se fue a Filadelfia, pero que el mal tiempo impidió completar el viaje. Poe podría haber ido a Filadelfia de acuerdo a los requerimientos de Mrs. Leon Loud, para editar su colección de poemas, por los que Poe recibiría una suma de 100 dólares. Esto escribió Poe a Maria Clemm el 18 de septiembre: "El martes parto hacia Filadelfia para ocuparme de los poemas de Mrs. Loud, y posiblemente el jueves me dirija hacia Nueva York. Será mejor para mi no ir a Fordham, ¿no crees? Respóndeme cuanto antes y directamente a Filadelfia. Por si acaso no recibiera la carta, no la firmes y dirígela a E. S. T. Grey Esgr... No olvides escribir inmediatamente a Filadelfia para que la carta esté allí cuando yo llegue". Por qué Poe sintió que podría no recibir la carta con la dirección correcta y por qué sería mejor para él no ir a Fordham es dudoso. Que Poe no llegó a Filadelfia, o que al menos no consiguió ver a Mrs. Loud parece estar confirmado por una breve reseña de su libro Wayside Flowers.

La siguiente información fiable sobre Poe data del 3 de octubre de 1849, cuando Joseph W. Walker envió la siguiente nota al Dr. J. E. Snodgrass: "Estimado doctor: hemos encontrado en el colegio electoral número 4 de Ryan a un caballero, con una desastrosa indumentaria, que parece responder al nombre de Edgar A. Poe, y se encuentra en muy mal estado. Éste nos pidió que le pusiéramos al corriente, y puedo asegurarle que necesita asistencia inmediata. Suyo. Jos. W. Walker". El colegio electoral número 4 de Ryan, también conocido como Gunner's Hall, era una taberna (esos lugares eran elegidos con frecuencia como lugares electorales, y los votantes eran obsequiados con bebidas). Este dato contradice la creencia de que Poe fue encontrado en una cuneta, aunque podría ser posible que Walker cruzara la calle en busca de éste, y lo ayudara a entrar en el edificio público para esperar la llegada de su amigo. El Dr. Snodgrass y Henry Herring (tío de Poe) llegaron y encontraron a Poe en tal estado que lo supusieron borracho. Accedieron a que éste fuera trasladado al hospital Washington College, y alquilaron una carroza.

Poe fue admitido en el hospital y procuraron darle las mayores comodidades que las circunstancias permitieron. Durante los siguientes días, Poe se hallaba en un estado en que su conciencia iba y venía. Moran trató de preguntarle las causas de su estado, Pero Poe respondía con incoherencias. Neilson Poe trató de visitarlo, pero se le dijo que Poe estaba demasiado excitable para recibir visitas. Dependiendo de la versión que se acepte, Poe murió entre las 3 y las 5 de la madrugada del 7 de octubre de 1849. Moran nos relata que sus últimas palabras fueron: "Que el Señor se apiade de mi pobre alma", o, más improbablemente: "He who arched the heavens and upholds the universe, has His decrees legibly written upon the frontlet of every human being and upon demaons incarnate" (No sé mejor forma de traducirlo que como "Aquél que está en los cielos y sostiene el universo, tiene sus decretos legiblemente escritos sobre la frente de todos los seres humanos y sobre los demonios encarnados"). Moran también asegura que en la tarde anterior a su muerte, Poe emitió repetidamente el nombre de "Reynolds". Se han hecho grandes esfuerzos para identificar quién pudo haber sido Reynolds, sin resultados convincentes. Algún autor cree que Poe podría estar diciendo en realidad el nombre de "Herring", el tío de Poe, y en la biografía de Poe escrita por Cortázar Reynolds parece ser un explorador polar que había influido en la composición de Gordon Pym.

La vestimenta de Poe había cambiado. En lugar de su habitual traje de lana negra, había una gabardina barata, con un sombrero de ala. Moran describe sus ropas como “un abrigo manchado y descolorido, pantalones de similar aspecto, un par de zapatos desgastados sobre todo en los talones, y un viejo sombrero de paja”. J. E. Snodgrass ofrece una descripción más detallada en la que nos habla de un roñoso sombrero, casi sin alas, hecho jirones. Su ropa consistía en un abrigo de una fea y delgada alpaca negra, con varias costuras desgarradas, manchado y estropeado, así como unos pantalones que no eran de su talla. No llevaba chaleco, puesto que la pechera de su camisa estaba arrugada y estropeada de mala manera. En sus pies había unas botas de un material ordinario, que daban la sensación de no haber sido lustradas durante mucho tiempo. Moran también cita al Capitán George W. Rollins, conductor del tren, quien creyó ver a dos hombres siguiendo a Poe. Biografías más modernas tienen el cuidado de señalar que a pesar del cambio de vestimenta de Poe, éste aún tenía en su poder el bastón del Dr. Carter. Según Susan A. Weiss, Moran envió este bastón a Mrs. Clemm, quien se lo devolvió después a Mr. Carter, pero parece que hay una interpretación equivocada del propio testimonio del Doctor. También se ha sugerido que la llave a su baúl permanecía en su bolsillo, a pesar de que esta declaración se basa en poco más que especulaciones. Dicha llave se exhibe en el museo de Poe en Richmond, así como el baúl.  Es igualmente razonable que Mrs. Clemm podría, sencillamente, haber tenido una segunda llave.

La única referencia pública a una causa específica en la muerte de Poe procede del Baltimore Clipper, una “congestión cerebral” un tanto críptica. Al parecer no se requerían certificados de defunción por aquel entonces, y no parece que haya ninguno a nombre de Poe. En una carta enviada a Maria Clemm el 15 de noviembre de 1849, el Dr. Moran evita proporcionar la información que hubiéramos deseado leer: “Supongo que estás ya al tanto de la enfermedad de la que Poe murió…” A finales de los 60, Birgit Bramsback emprendió una intensa búsqueda e algún registro de hospital o certificado oficial que atestiguara la muerte de Poe, sin suerte.

La teoría del alcohol

Esta es la teoría en la que más piensa la gente cuando se le pregunta sobre la muerte de Poe. Que Poe se dio a la bebida, especialmente durante la larga enfermedad de Virginia, está bien establecido, pero no está del todo claro que el alcohol fuera el último responsable de su muerte. Evidentemente, Poe no tuvo un accidente y por otro lado su afición a la bebida no fue tan intensa ni consistente como para provocar una cirrosis hepática. Se ha postulado que, por su estado de malnutrición y debilidad, podría haber entrado en delirium tremens bajo unas circunstancias en las que normalmente eso no habría sucedido, bebiendo mucho menos de lo necesario para dicho mal. Sin embargo, ninguna de esas teorías explica el cambio de su vestimenta cuando se lo encontró.
 
J. E. Snodgrass cree que pueda ser cierto que el alcohol matase a Poe, algo que repitió en sus conferencias a favor de la abstinencia durante 1850 y siguientes años. En 1856, su testimonio fue publicado en el Women’s Temperance Paper, el cual se revisó y publicó de Nuevo en 1867 en el Beadle’s Monthly. El fervor del comité a favor de la abstinencia alcohólica de Snodgrass cambió el tinte de sus afirmaciones, lo cual le llevó a exagerar la historia. Estuvo incluso dispuesto a manipular las evidencias un tal modo que le quitó crédito como fuente fiable. Estas manipulaciones fueron analizadas, tras la muerte de Snodgrass en 1880, por Edward Spencer en el New York Herald.

En 1878, Susan A. T. Weiss relata lo que ella después definió como un incidente profético durante los últimos días de Poe en Richmond, durante 1849. De ser cierta, la historia sería muy significativa: “… en los días siguientes hizo aparición entre nosotros, pero tan pálido, tan trémulo y aparentemente apagado, que me convenció de que había estado seriamente enfermo. En esta ocasión había estado en las habitaciones de la taberna Old Swan, donde estuvo muy bien atendido por la familia de Mrs. Mackenzie, pero en una segunda recaída fue llevado por el Dr. Mackenzie y el Dr. Gibbon Carter a Duncan’s Lodge, donde durante varios días su vida estuvo en inminente peligro. La gran atención que recibió salvo su vida, pero los médicos aseguraron que otro ataque así sería fatal. Así se lo dijeron a él, advirtiéndole seriamente sobre su peligro. Su respuesta fue que si la gente no le incitaba a ello, no caería”.

Puede que la más ponderosa evidencia de la relación del alcohol con la muerte de Poe proceda de una anotación hecha en el diario de J. P. Kennedy, el 10 de octubre de 1849: “El pasado  martes Edgar A. Poe murió en el hospital tras los efectos de su vicio… cayó en compañías que lo sedujeron a la botella, a la que él había dicho renunciar hacía tiempo. Las consecuencias fueron fiebre, delirio y locura, que en unos pocos días terminaron con su triste trayectoria en el hospital. ¡Pobre Poe!... Una brillante pero temblorosa luz ha sido horriblemente apagada.” De nuevo debemos fijarnos en que Kennedy estaba recordando información de segunda mano, probablemente procedente de su amigo J. E. Snodgrass.

En las memorias de Poe, R. H. Stoddard declara que: "por aquél entonces sus parientes en Baltimore creían que él bebía con un amigo mientras esperaba entre cada tren, como consecuencia de lo cual cogió uno equivocado, y continuó hacia Havre de Grace, momento en que fue traído de vuelta a Baltimore por el conductor del tren de Filadelfia en un estado que se acercaba al delirio."

John Ruben Thompson escribió a E. H. N. Patterson el 9 de noviembre de 1849: " [...] murió, de hecho, en el delirio de su abstinencia alcohólica; la sombra de la infamia enturbió sus últimos momentos". Por supuesto, debe recordarse que el testimonio de Thompson se hizo sin ningún tipo de información de primera mano. En algunos puntos, Thompson cambió su opinión; de hecho, sobre 1860, tras leer sobre la vida de Poe, comenzó a encajar a su muerte dentro de la teoría "Cooping" que se detalla más adelante.

Tras la muerte de Thompson en 1874, el Dr. Moran presentó su propia serie de conferencias, finalmente publicadas como "Una defensa de Edgar Allan Poe" (1885). En este libro, Moran dice "te he confirmado el hecho de que Edgar Allan Poe no murió bajo los efectos de ningún tóxico, y ni su aliento ni su persona despedían el olor del licor". Como ya se ha visto, Moran no es del todo fiable en muchos puntos, y no se puede confiar en él en aspectos para los cuales él es la única autoridad. Aparte de las aparentes contradicciones en sus propios escritos, Moran parece que contó diferentes historias a sus amigos. En 1889, el reverendo W. T. D. Clemm escribió a Elmer R. Reynolds: "Déjeme decirle que este memorable testimonio del Dr. Moran me confunde y sorprende porque claramente se contradice con una declaración que el propio doctor me hizo personalmente; y me sorprende porque años atrás él no defendió públicamente lo que ahora rechaza como verdadera causa de la muerte de Poe".

Enfermedad y otros problemas médicos

En marzo de 1847, el doctor Valentine Mott, un médico famoso de Nueva York por aquél entonces, coincidió con el diagnóstico de Mrs. Shew, una experta enfermera que había colaborado en el cuidado de Virginia durante su larga enfermedad, y por el cual establecía que Poe portaba cierto tipo de lesiones cerebrales, y que padeció fiebres cerebrales. T. O. Mabbott añade que "un médico moderno que vio una fotografía de Poe le comentó a mi amigo Robert Hunter Paterson que Poe tenía cierta deformidad facial que le sugería una lesión cerebral..."

En mayo de 1848, otro médico, el doctor John W. Francis, diagnóstico que Poe sufría de cardiopatía, algo que Poe rechazó.

Que Poe no estaba completamente bien es obvio al analizar sus cartas a Maria Clemm en julio de 1849: "He estado tan enfermo... he tenido el cólera, o espasmos casi tan malos, y apenas puedo sostener la pluma con firmeza..." "Me encuentro tan mal mientras escribo...". El 19 de julio, escribió de nuevo bajo mejores circunstancias: "Podrás deducir, por el aspecto de la escritura en esta carta, que me encuentro mejor, mucho mejor tanto en salud como en espíritu".

Es posible que Poe sufriera algún incidente temprano que tuviera repercusión sobre su salud. Mrs. Shew revisó una cicatriz: "He visto la cicatriz de una herida en el hombro izquierdo mientras ayudaba a Mrs. Clemm a cambiarle de ropa cuando estaba enfermo. Mrs. Clemm dijo que sólo Virginia sabía algo al respecto, pero que ella no. Le pregunté a Poe si le habían herido... en la zona del corazón él me dijo que sí. Su cabeza también estaba herida..."

Moran nos cuenta que su colega, el Dr. John C. S. Monkur "opinó que Poe moriría de una excesiva postración nerviosa y pérdida de fuerza neurológica resultante de la exposición, afectando al encéfalo, una sensible y delicada membrana del cerebro".

Arno Karlen teoriza sobre cierto desorden enzimático. Cree que la combinación de un síndrome por déficit de alcohol deshidrogenasa (un enzima que metaboliza el alcohol) y la enfermedad cerebral explicarían los problemas de Poe con el alcohol, su aparente "locura" y su repentina muerte.

Se ha especulado sobre tuberculosis, epilepsia, diabetes, e incluso rabia. Hay elementos interesantes, y dificultades, en todas estas teorías. La idea de que Poe murió de la rabia, por ejemplo, fue presentada en 1996. El artículo, escrito por el Dr. Michael Benitez, estaba ostensiblemente basado en el relato de Moran sobre los últimos días de Poe, pero aparentemente filtrado a través de un estudio de casos, tomado a su vez de un artículo de Charles Scarlett Jr. El trabajo de Scarlett, mal documentado y confusamente presentado, incluye el siguiente comentario: "Dieron a Poe un trago de agua para determinar si podía tragar adecuadamente, pero éste lo hizo con dificultad". Benitez interpretó ésto como una prueba de hidrofobia para sostener su argumento sobre la rabia. Aunque las escasas notas a pie de página harían a uno pensar que la observación procede del libro de Moran de 1885, en realidad procede del artículo de 1875 del New York Herald. Cuando Benitez leyó la versión de la historia por parte de Moran, seguramente se sintió decepcionado al comprobar que éste decía: "Puse un pequeño pedazo de hielo en su boca, y le di un sorbo de agua para averiguar qué dificultad, si es que la había, tenía al tragar. Se bebió medio vaso de agua sin ningún problema". Sin pruebas de hidrofobia, la posibilidad de la rabia se esfumó.

La teoría del "Gallinero"

Esta es la teoría propuesta en la inmensa mayoría de las biografías de Poe, aunque no se puede probar que sea cierta. Coincidencia o no, el día que Poe fue encontrado en la calle era día electoral en Baltimore, y el lugar cerca de donde se le halló, el colegio electoral número cuatro de Ryan, era a la vez un bar y un lugar para votar. Por aquellos días, las elecciones de Baltimore se caracterizaban por su corrupción y violencia. Los grupos políticos estaban dispuestos a cualquier cosa para asegurar el éxito de sus candidatos. Se robaban los votos, los árbitros eran sobornados, y los potenciales votantes de la oposición eran intimidados. Se sabía que algunas bandas secuestraban a transeúntes inocentes y los encerraban en una habitación, a la que se llamaba “coop” (gallinero). Aquellas pobres almas eran obligadas a acudir una vez tras otra a las votaciones, votando una y otra vez. Posiblemente cambiaban de vestimenta en cada ronda. Para asegurar su complicidad, se acosaba a las víctimas entre licor y golpes. El débil corazón de Poe nunca habría soportado tal abuso. Parece que John R. Thompson propuso por vez primera esta teoría hacia 1870 para explicar las condiciones de Poe cuando éste fue encontrado, y el hecho de que vistiera ropas que no eran suyas. Un posible fallo en esta teoría es que Poe era un hombre conocido en Baltimore, y era probable que pudieran reconocerle. 

Aunque no concuerda con los aspectos políticos de esta historia, existe un indicio más temprano de que se abusó físicamente de Poe en sus últimos días: “Tras la instigación de una mujer que se sintió ofendida por él, Poe fue golpeado cruelmente, puñetazo tras puñetazo, por un rufián que no encontró un modo mejor de vengar esas supuestas injurias. Es bien sabido que después de aquello, le sobrevinieron fiebres cerebrales…”
 
El eminente experto sobre Poe, Dr. Thomas Ollive Mabbott, citando a Robert D’Unger, descartó la teoría del gallinero pero no ofrece ninguna explicación. James A. Harrison sí parece aceptar dicha teoría. En el libro de Didier “El culto a Poe”, se reimprime su artículo de “La verdadera causa de la muerte de Poe” en el que se cita una carta de una persona que dice haber visto a Poe “en el gallinero”. Esta información fue enviada por Alexander Hynds el 8 de diciembre de 1879. Hynds, un abogado de Baltimore, identificó la fuente sólo como “mi amigo, un importante hombre de San Francisco”. Dado que la fuente última de la carta permanece anónima, se ha descartado que se tratara de sensacionalismo periodístico. En su propia biografía de Poe, John Joyce cita la misma carta, también sin identificar la fuente pero asegurando haberla recibido él personalmente, Para añadir más confusión al tema, Mrs. Weiss repite el mismo artículo pero atribuyéndoselo, irónicamente, al Dr. Snodgrass. 

Didier había publicado ya un testimonio ligeramente distinto: “se encontró con algunos de sus viejos amigos del West-Point, que le invitaron a una cena con champagne aquella noche. Al principio él rechazó beber, pero al final se le convenció para que tomase una copa de champagne. No lo toleró bien y en unas pocas horas estaba realmente borracho. En su estado, se separó de sus amigos, unos rufianes le robaron y le golpearon, y le dejaron toda la noche tirado en la calle”. Uno se pregunta si la opinión de Didier cambió por pruebas evidentes, o por simple preferencia. 

Una carta de N. H. Morrison a J. H. Ingram, del 27 de noviembre de 1874, incluye estos comentarios: “La historia de la muerte de Poe nunca ha sido contada. Neilson Poe conoce los hechos, pero tengo miedo de no ser capaz de contarlos. No veo por qué. Los hechos verdaderos son menos vergonzosos que los artículos publicados. Poe vino a la ciudad en medio de las elecciones, y las elecciones fueron la causa de su muerte.” Neilson, el primo de Poe, habló brevemente en la inauguración de la tumba en honor a Poe en 1875, pero no hizo ninguna declaración sobre las circunstancias de la muerte de Edgar. Si Neilson Poe tenía información específica sobre los días finales de Poe, parece que se los llevaría consigo a la tumba. 

Otra carta de William Hand Browne a J. H. Ingram, del 24 de agosto de 1874, aparecen estos comentarios: “La creencia general es que Poe fue cogido por una de esas bandas (su muerte sobrevino precisamente en tiempo electoral; el 4 de octubre tuvo lugar la elección del sheriff), fue llevado al “gallinero”, aturdido con alcohol, sacado de allí para votar, y después quedó a la deriva hasta morir"

Según Elizabeth Ellicott Poe y Vylla Poe Wilson, “La conclusión a establecer, en vista de todos los factores y probabilidades, es que Poe fue intimidado poco depués de su llegada a Baltimore, se le dio licor y opio (a los que él era especialmente susceptible), y fue mantenido bajo esa deplorable condición hasta el día de las elecciones. Se dice que un individuo al parecer relacionado con ese “gallinero” confesó a sus parientes años después que aquello fue lo que realmente le sucedió al poeta, pero no se recogió formalmente dicho testimonio.”

Una pregunta lógica es por qué pareció haber tan poca atención hacia esta teoría del gallinero hasta que J. R. Thompson inició sus conferencias. Una respuesta razonable es el hecho de que los “gallineros” eran, en los mejores casos, fuertemente ilegales, y que se los relacionara con una muerte real los habría convertido en un punto de atención menos atractivo. Sólo alguien estrechamente asociado con la operación podría haber conocido los detalles de lo que ocurrió. Los Wings eran un partido con importante poder, poniendo de relieve nombres tan notables como los de el gran Daniel Webster y Zachary Taylor (que fue elegido presidente en 1848). Un delegado del decimoctavo distrito electoral no era otro que el primo de Edgar, Neilson Poe. 

Tampoco sabemos cómo se le ocurrió la idea a Thompson, o cuando la incorporó a sus conferencias. Una pequeña noticia en el Southern Literary Messenger de noviembre de 1860 comenta: “Tenemos noticias de que John R. Thompson, Esq… tiene la intención de pronunciar su conferencia sobre Edgar A. Poe en las ciudades del sur durante el invierno próximo. Primero en Baltimore, y después en Richmond y otras ciudades de Virginia, su conferencia ha causado auténtico furor”. En esta conferencia, Thompson no libera por completo a Poe de su relación con la bebida.

Walsh descarta la teoría del gallinero en parte porque no encuentra evidencias en los periódicos de la época. Sin embargo Walsh parece haber limitado su búsqueda al periódico más asequible e importante, el Baltimore Sun. Una investigación más exhaustiva realizada por Doug Boulter desenterró evidencias del “gallinero”, lo cual demuestra el error de Walsh. 

Está claro que ninguna de estas noticias prueba que Poe fuese la víctima de una banda, pero establecen que los “gallineros” eran una estratagema política reconocida en el Baltimore de 1849.

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